La propuesta plantea generar un cambio sustancial en el uso de las plazas sin modificar sustancialmente el paisajismo y escala del espacio urbano.
Para ello, se plantea una reorganización de los flujos vehiculares, ganando un 30% de superficie exclusiva para peatones, ferias y eventos.
Mediante esta operación, las plazas se conectan con sus frentes urbanos, aportando nuevos espacios públicos donde se podrán desarrollar diferentes actividades cívicas y ciudadanas.