El proyecto tuvo como objetivo transformar estos espacios públicos degradados, sin sombra y entregados a los vehículos, en áreas públicas recreativas, seguras, sostenibles y resilientes.
Como principios de diseño, se buscó promover la accesibilidad universal, garantizando el libre tránsito y priorizando al peatón sobre los vehículos, la sostenibilidad y la resiliencia mediante la incorporación de árboles y espacios de sombra, que además permitirán recomponer los corredores ecológicos interrumpidos por inadecuadas obras de cemento.